30 de marzo de 2010

Los cuentos y su enseñanza

Había una vez…
La eterna fórmula mágica que despliega un mundo inconmensurable de magias y realidades entretejidas, abre una puerta desde la que se despliegan infinitos caminos. En uno de ellos nos echamos a andar un buen día…
Era el que veíamos como más iluminado, mas cercano a nuestra infancia y nuestras tradiciones: el de los cuentos orientales… aquél que se inicia con ese maravilloso compilado, historia de historias, mundo dentro de otro mundo…”Las Mil y Una Noches”
Y entramos por esa puerta, descubriendo formas y colores que se iban multiplicando en miles de espejos que los reproducían total o parcialmente con otros nombres y otros compiladores… los Hermanos Grimm, Andersen, Dickens, han bebido en esa fuente refrescante…y hasta varios de nuestros compatriotas han tomado su formato.
En ese momento empezamos a vislumbrar varias cosas en común entre todos ellos… y seguimos por ahí.
Entonces el camino se abre y hasta simplifica.
Hay un formato que se repite, un diseño en particular que transmite una enseñanza.
Seguimos mirando los reflejos, moviendo los espejos y el camino se fue acercando… desde ese lugar de Oriente Medio donde vive Scherezade con sus historias partimos y de pronto en las pampas de nuestro propio lugar encontramos una huella.
Es que la sabiduría de los pueblos originarios no tiene espacio ni tiempo. Allí encontramos la enseñanza de nuestros hermanos indígenas desplegada en cuentos con esqueletos similares, aunque la musculatura varíe.
Ese es nuestro desafío y nuestra propuesta: encontrar el punto de unión que la misma sabiduría ancestral tiene y que trasmite a través de historias que vamos recibiendo de nuestros padres y abuelos y transmitiendo a nuestros hijos y nietos.

Cuento: "Cuando quieras andar, anda!"