11 de noviembre de 2009

Alrededor de Clarissa Pinkola Estés


“Los cuentos son una medicina. Me sentí fascinada por ellos desde que escuché el primero. Tienen un poder extraordinario; no exigen que hagamos, seamos o pongamos en práctica algo: basta con que escuchemos. Los cuentos contienen los remedios para reparar o recuperar cualquier pulsión perdida. Los cuentos engendran emociones, tristezas, preguntas, anhelos y comprensiones que hacen aflorar instantáneamente a la superficie al arquetipo.
Los cuentos están repletos de instrucciones que nos guían en medio de las complejidades de la vida. Los cuentos nos permiten comprender la necesidad de recobrar un arquetipo sumergido y los medios para hacerlo.” (Pag. 24)

“A veces, varias capas culturales desdibujan los núcleos de los cuentos. Por ejemplo en el caso de los hermanos Grimm (entre otros recopiladores de cuentos de hadas de los últimos siglos), hay poderosas sospechas de que sus confidentes (narradores de cuentos) de aquella época “purificaron” los relatos para no herir la susceptibilidad de los piadosos hermanos. A lo largo del tiempo, se superpusieron a los viejos símbolos paganos otros de carácter cristiano, de tal forma que el viejo curandero de una cuento se transformó en una perversa bruja, un espíritu se transformó en un ángel, un velo de iniciación en un pañuelo…” (Pag. 25) 
“A pesar de las ruinas estructurales que se observan y las versiones existentes de los cuentos, existe una pauta muy definida que sigue brillando con fuerza. (…) Los antiguos misterios no se han destruido. Todo lo que se necesita, todo lo que podríamos necesitar en algún momento, nos sigue hablando todavía en susurros desde los huesos de los relatos (Pag. 26). 
El cuento es muchísimo más antiguo que el arte y la ciencia de la sicología y siempre será el más antiguo de la ecuación, por mucho tiempo que pase.
Una de las modalidades más antiguas de narración, que a mí me intriga enormemente, es el apasionado estado de trance, en el que la narradora “percibe” a su público –que puede ser una sola persona o muchas- y entra en un esta de “mundo en medio de otros mundos”, en el que un relato es “atraído” hacia la narradora y contado a través de ella. (Pag. 29) 

Fuerte: “Mujeres que corren con los lobos”